Reflexiones de Fernando

Lunes, martes, miércoles o cualquier otro puto día de la semana.

Alicia no te engañes. Puedes soñar todo lo que quieras,

vivir durante unas horas en ese mundo donde las calles tiene

luz propia y no existe el tiempo; pero, cuando tus párpados

se abran y te muestren la verdad, desaparecerán los colores

y volverás ver con la limitación con la que naciste.

Piensa un poco en lo que has escrito.

Todo se refiere a lo que añoras, a una realidad virtual

formada de imágenes, ideas o sensaciones,

que te gustaría tener y no posees.

Tú nunca podrás apreciar la gama de colores como lo

hago yo o cualquier otro y ese deseo, se representa en

tus sueños mostrándote una visión de las cosas que jamás

tendrás.

¡Menudo cabrón el cerebro que te hace sentir una felicidad falsa!

Acepta tus límites o mándalos a la mierda.

Sí ¡qué coño!¿Nunca lo has mandado todo al carajo?

Pues chica, hazme caso y pruébalo; te deja más relajado

y satisfecho que el mejor sueño.

Que no aguantas más, ¡a la mierda! que tus ojos son daltónicos,

¡a la mierda! que el amor que tanto anhelas sólo existe 

en tu imaginación, ¡a la mierda!, que llueve agua transparente

y  no de colores,¡a la mierda, a la mierda,

todo a la jodida mierda!

Guapa, escucha mi consejo: cuando no esta en tu mano

cambiar las cosas, cuando por mucho que lo intentes no

puedes hacer nada para transformar el mundo en el que

te toca vivir, no hagas nada.

Alicia, mi querida e inocente Alicia. Yo, aunque no lo creas,

también soñé ilusiones utópicas. Hubo un tiempo en que

quise engañarme y pensar que tenía vida propia.
Un día desperté para darme cuenta, de que,
por mucho que me empeñe en cortar

los hilos que me unen a nuestra autora, cada acción,

cada palabra que surge de mi boca dependen de su beneplácito.

Me costó abandonar la luchar,hacer ese “nada” que te comento

pero cuando fui consciente de que sólo puedo expresarme

a través de ella, descansé.

Ahora me dejo llevar, dejo fluir el devenir y me doy cuenta

de que así, todo es más fácil. Pero entre tú y yo, a veces,

cuando la pillo desprevenida, con la guardia baja,

guío sus dedos y escribe algo inesperado, 
algo que no tenía programado,que normalmente

suele ser lo mejor, ¿verdad Liaño?
Acepté que somos uno,

y si el lazo se rompe, yo muero.

Alicia, niña cursi y bondadosa, sigue soñando si quieres,

pero no derrames una sola lágrima al despertar.

Fernando